Star Trek: Picard (3x09) - Reseña Rebañada

 

Hola, como ya se habrá dado cuenta quien haya escuchado el último vídeo sobre mi teoría, este penúltimo episodio de Picard 3 no me pareció tan interesante. Me parece más un avance al último episodio de todos; por lo tanto, si no estás haciendo un maratón ni siquiera te lo recomiendo ver hasta la semana que viene.

Me gustan mucho las partes oníricas, pero claro, en lo mejor de todo, cuando abren la puerta... Buf, ¡los borg! Qué pesadez, los borg.

No tenían que haber traído de nuevo a los borg. Este regreso deshace una de las mejores partes de la temporada 2, que era el de la Reina Buena Onda. ¿Qué pasó con ella? ¿No ha cambiado el pasado? ¿No vale la pena nada de la temporada 2?

Y aunque los borg hubieran vuelto, creo que me habría gustado más ver la resurrección de Locutus en el antiguo cuerpo orgánico. Que el antiguo cuerpo de Picard se reanimara como borg y comandara la invasión enemiga, y que el Picard sintético conociera a su némesis definitiva en él mismo. En lugar de involucrar al hijo y que le dijeran todo el rato: «es que eres especial, eres único». Y de repente: «¡no, no, no, es un peligro!»

Les ha salido mal.

El título del episodio no me lo puedo tomar en serio, porque en España tenemos un partido político que se llama igual. Esto es como si en el doblaje de latinoamérica dicen: «te vamos a llamar El Pri, porque eres el pri-mero».

Lo que hicieron con Jack es la jugada contraria a lo que hicieron con Data. Con Data hicieron una jugada maestra porque era un símbolo de la neurodivergencia y evolucionó desde otro tipo de narrativa donde los arquetipos ya no significan lo mismo; y por eso ese cambio del personaje no molesta. Los símiles ya no son extrapolables, y por tanto, no es una desconsideración hacia el valor identitario de Data.

Con Jack, en cambio, encuentro que han estado dándonos indicios que recuerdan a vivencias reales; como puede ser la esquizofrenia o cualquier tipo de discapacidad o de condición distinta. Y ahora la serie está diciendo a las personas que experimentan alucinaciones, etcétera, que en realidad son unos poseídos o algo peor, que son un peligro para la sociedad.

No les ha salido bien.

Otro ejemplo de esto de los símiles, de por ejemplo la discapacidad.

Beverly dice: «¿Cómo no me di cuenta?»

Y Picard dice: «Beverly, es encomiable por tu parte que él pudiera aguantarlo tanto tiempo.»

Y LaForge dice: «Puede que él sea borg, pero no es lo único que es.»

Me recordó un montón a eso que se suele decir en los contextos de discapacidad, de: «¡No dejes que tu condición te defina!» Solamente les faltó decir: «¡Jack no es borg, es una persona que ha sufrido asimilación...!» Qué asco me dio, jaja.

Pero bueno, no se lo tuve en cuenta; no es el mayor de los problemas que tiene.

El pobre Shaw, lo último que dijo fue «Siete de Nueve», por fin. Ya no habrá serie para él.

Lo de la Enterprise D, lo veía venir, la verdad. Por eso no me dio demasiada nostalgia.

Cuando dijeron «luces» tampoco me emocionó demasiado, porque es la misma iluminación sin contraste. Tuve que subirle el contraste para que se viera un poco como en los 90.

No veía a los personajes, veía a los actores. Era una reunión de: «¡vamos a jugar a que somos aquellos de aquella serie!»

En resumen, nada de lo que pasó esta semana me pareció tan interesante de por sí. Me gustaba más cuando la cosa parecía que iba a ir de cambiantes.

Yo lo hubiera titulado: «Lo mejor de un mundo y lo peor de otro, 1ª parte.»