Star Trek: Picard (3x04-06) - Reseña Rebañada

Reseña bien spoilerosa de "Star Trek: Picard", temporada 3, episodios 4, 5 y 6, estrenados respectivamente los días 9, 16 y 23 de marzo de 2023.

 


 

TEXTOS ORIGINALES

 

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Hola, vamos con el 4º episodio de Picard 3. Este también me gustó, aunque no me emocionó tanto. El anterior fue toda una sorpresa, porque ya me había resignado a acercarme a esta serie como un ejercicio de cómo no hacer las cosas, y claro, acabé eufórico. En cambio, con el cuarto yo pensaba: «Va a ser bueno y me va a gustar.» Y en efecto, así fue.

Voy a criticar bastantes cosas para no hacer la típica reseña de fanático, pero que conste que me gustó.


No Win Scenario —el escenario invencible— es una historia dura, pero necesaria. Enfrenta a nuestros héroes a la aceptación de la muerte y les enseña a apreciar nuevas formas de vivir.


No Win Scenario tiene varios saltos en el tiempo. Aunque casi todas las escenas ocurren en el presente, las del pasado cobran bastante protagonismo porque a los flashbacks se suman varias escenas en la holocubierta, donde repiten el mismo decorado. Digamos que para los personajes, la holocubierta es un lugar fuera del tiempo.


Me he permitido hacer un gráfico. Los 4 cuadros amarillos son el pasado, cinco años antes, en el bar de Guinan real. Los 4 cuadros rojos son la nostalgia, en un tiempo ficticio, en el bar de Guinan simulado. Y los 25 cuadros azules son el presente, aquello que pueden cambiar. Aproximadamente un tercio de las escenas se ambientan en el bar de Guinan. Y teniendo en cuenta lo mucho que le gusta a Picard, me imagino que la temporada acabará con él quedándose en la Tierra, y Laris esperando en el antro de su planeta. Y ese otro bar también lo grabarán en el bar de Guinan, con la luz cambiada.


Bueno, el episodio 4 empieza... en el bar de Guinan. Unos cadetes quieren escuchar historias del almirante y Jean-Luc se tira toda la hora contándoles batallitas.

En el presente, Riker está viviendo su propia versión de la temporada pasada, porque su trauma también lo empujó a huir al espacio. Gracias a Riker, ya no hace falta que volvamos a ver la temporada 2.

Todos van a morir en la nave Titán, pero Picard tiene un plan: quedarse en el camarote mirando por la ventana. Por suerte, llega Riker y dice: «This is the end, my friend.»

Esta frase podría pasarte desapercibida. Podrías pensar que la escribieron para que aparezca en el tráiler y que hagan muchos memes en internet. Pero es que luego vemos a Shaw afilando un cuchillo en la penumbra. O sea, una referencia al coronel Kurtz de Apocalypse Now. ¿Qué tiene que ver Apocalypse Now? ¿Es un mensaje en clave? No lo parece, porque el final de Discovery 3 referenciaba Die Hard y no tenía nada que ver con nada.

Hasta que no nos lo expliquen, yo voy a creer que cuando Riker dijo «This is the end, my friend» Jean-Luc se acordó de que en el bar de Guinan ponen muchas canciones de Los Doors. Por eso lleva a Jack.


Creo que estas referencias de cine distraen de la historia. Pero no son tan dañinas como el error que los guionistas no dejan de cometer: explicar cosas a destiempo.

Por ejemplo, la temporada 2 comenzaba con Jean-Luc y Laris haciéndose ojitos. Los guionistas sabían que el marido de Laris había muerto, pero los espectadores no nos enterábamos hasta dos minutos después. Entonces durante un par de minutos percibíamos al almirante Picard como un sátiro que quería seducir a su empleada, una mujer casada con un gran amigo.

En el caso de la escena del minuto 12, los diálogos tardan exactamente un minuto en preguntar por qué si la nave apenas tiene energía la holocubierta funciona. 60 segundos manteniendo nuestra percepción del protagonista en la incertidumbre. Porque la autonomía de la holocubierta implica ciertos matices.

En la 3ª temporada de La Nueva Generación, la holocubierta estaba integrada en el mismo sistema energético de la nave. Esto cambió poco después, por eso ya no hubo tantos episodios de accidentes holográficos. Tiene mucho sentido que ahora las holocubiertas tengan una célula independiente. Es lo más seguro para su integridad y lo más humano en caso de necesidad. Así puede ser un santuario; del mismo modo que, por ejemplo, ahora mismo en Ucrania continúan haciendo ballet. Sin embargo, si no te explican a tiempo por qué la holocubierta funciona, puede que lo que entiendas sea tan opuesto que pierdas el estado de ánimo adecuado para disfrutar la historia. Durante ese minuto, yo sinceramente creí que la sala holográfica estaba consumiendo la matriz central de la nave, y por tanto, acelerando la muerte de todos. Sentí que Picard quería brindar con licores sintetizados a costa de los últimos estertores de 500 almas.

Yo hubiera añadido una escena breve en el mismo pasillo donde luego hablan al salir. Algo tan sencillo como el mismo diálogo que justifica la holocubierta, pero en el pasillo. Así cuando Picard dice que es un lugar muy especial te preguntas cuál será, y cuando ves que es el bar de Guinan... No, retiro lo dicho, así da risa.

La cuestión es que como escritor no te conviene dar a entender a nadie ni por un segundo que el héroe al que admiran es un psicópata.


Estas explicaciones con atraso tienen otra modalidad que también se ha estilado mucho en Discovery: la filosofía de «el fin justifica los medios». Ves cosas incongruentes con la caracterización de los personajes, pero luego acaban justificadas en un episodio posterior.

¿Por qué tanto drama de confinar a Siete en su cuarto? Para que deje de ser la primer oficial y así dos episodios después investigue al intruso libremente.

¿Por qué Vadic arroja la nave de Crusher a la Titán? Para que sea más satisfactorio cuando la Titán le arroje un asteroide.

¿Por qué en el episodio anterior gastaron dos escenas enteras en mostrar cómo la alférez Laforge se retira del puente y pasa a saludar a Siete? Para que sepas que Laforge nunca la llama Hansen.

¿Por qué recurrieron a esos rótulos de Before / Present Day? Porque en el minuto 21 pasan de un flashback en el bar de Guinan a la holocubierta en el bar de Guinan.

O sea, la mayoría de las escenas que lastran el ritmo de las entregas del Trek moderno no son escenas mal escritas necesariamente, pero no se sienten orgánicas porque en realidad son interferencias de una historia posterior.


Hay otro punto que da a ambigüedad, pero creo que jugaron al chiste a propósito.

Siete está investigando al intruso metamorfo, y Shaw le dice: «Róbele la vasija.» El chiste está en que, en inglés, «steal his pot» también se puede traducir como «róbele la yerba». Me imaginé al Cambiante buscando por toda la nave: «¡¿Quién me ha quitao la yerbaaa?!»

Sinceramente, Shaw se robó todo el episodio. Todas las frases memorables son suyas. ¡Y por fin nos contó su pasado! Es en la secuencia ecuador: Picard está en la holocubierta y quiere caerle bien a su hijo, entonces le cuenta una anécdota de su juventud parecida a lo que están pasando pero con erótico resultado. Que yo pensé: «¡Ya podrían haber puesto la aventura picantona en vez del flashback del bar de Guinan!» La cuestión es que de repente habla Shaw, que estaba sentado en el fondo y no lo sabíamos. Relata una historia descorazonadora y de repente entiendes por qué vive con esa actitud.

Otra cosa que aprecié mucho es que unos tripulantes también entran al bar y están viviendo sus últimos momentos con serenidad. Me recordaron al equipo de salida de la Galileo 7 en La Serie Original. Podían morir en cualquier instante y lo más escandaloso que hacían era poner los brazos en jarra. Admiré mucho su actitud estoica.


No obstante, creo que la excelente labor del reparto se estropea por ciertas líneas de diálogo que son pistas descaradas. Decía Gustave Flaubert: «El autor debe estar en su obra como Dios en el universo: presente en todas partes pero en ninguna visible.» Algunas frases de esta serie forman una pauta demasiado obvia. Delatan la presencia de los guionistas. En lugar de dejarnos apreciar la belleza del bosque, Hansel y Gretel nos están llenando todo de migas.

¡Pero oye, los efectos están bien! Los Cambiantes en su modo viscoso me agradan mucho. Tienen una textura parecida a las ortas de El diablo en la oscuridad. Juraría que en algunos primeros planos grabaron alguna sustancia real y luego invirtieron los fotogramas. ¿Son efectos especiales, efectos visuales o una combinación? El resultado es tan bueno que no lo sé distinguir.


Momento de comedia involuntaria: un Cambiante entra en Ingeniería y dice: «Ey, ¿qué pasa, peñita? ¡Soy la hija de Laforge, aquel humano tan famoso!» Yo le hubiera pegado un tiro nada más entrar.


Justo en el minuto 30, la Dra. Crusher llega con una teoría y convierte esto en un episodio de La nueva generación. ¡Trabajo en equipo! ¡Asertividad! ¡Tecnocháchara! Tanto es así, que en la cabeza de la nave, Riker cede a Picard su trono; y en las tripas de la nave, el capitán Shaw se entierra entre cables como un ingeniero. Ojalá al final del episodio 2 Picard no hubiera dicho «Engage» —Adelante—; así, el final del episodio 4 se sentiría de verdad como el retorno del rey.

Por cierto, para que se vea lo desesperados que están por meter guiños nostálgicos: cuando el rey Picard se sienta en su trono, se ajusta el jersey como si se le hubiera quedado corto. Pero en The Next Generation siempre se lo ajustaba después de levantarse de la silla. ¡Ahí es cuando los jerseys se te suben! Cuando te sientas, se te bajan; no hace falta bajarlos más. A mí me tenían ganado al 100% hasta que hicieron esa tontería.


¿Y a cuento de qué venía el flashback de cinco años antes? Porque te estaban respondiendo a la pregunta de por qué Jack no quiso presentarse ante su padre. Jack estaba sentado en el fondo y no lo sabíamos. Sí que se presentó ante su padre, y Jean-Luc sin saberlo renegó de él.

[«La flota ha sido la única familia que yo he necesitado»]

Todos estos años admirando a Picard por su maestría con la diplomacia, y precisamente su costumbre de decir a los desconocidos aquello que quieren oír fue su perdición.


Pecados olvidados aparte, el mensaje de No Win Scenario es que si crees que vives en Apocalypse Now, te hundirás en esa historia y morirás. Mientras que si prestas atención a las buenas ondas de un nuevo nacimiento, vivirás. Este proceso está ilustrado en el arco de Riker. Empieza diciendo «This is the end, my friend»: esto es el fin, amigo mío. Esa frase funciona como un hechizo y lo tiene cautivo en esa narrativa apocalíptica. Pero de repente, Crusher dice: «Deanna». Y Riker despierta. Deja de actuar como un enemigo de sus amigos y se vuelve una pieza más de la salvación.

No sé qué nos deparan las siguientes seis semanas, pero No Win Scenario es el Encuentro en Farpoint de las nuevas generaciones.

 

 

 

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El quinto episodio de Picard 3 sigue siendo entretenido. Otra cosa es que yo esté de acuerdo con las decisiones que se tomaron.

En esta reseña voy a centrarme únicamente en la trama de la comandante Ro. Como ya he visto el tráiler, ya sabía que Worf no podía morir, y no me importó su duelo a muerte con cuchillos. En cuanto a la trama de las visiones de Jack, creo que es obvio que todo es una conspiración de los Pah-Wraith; y si no lo es, tampoco me interesa.


En sus primeros planos en este episodio, no reconocí a Ro Laren. Tuvo que ayudarme Riker.

 

[Riker] «¡Ro Laren!»

 

Gracias, Riker, siempre estás ahí para explicarlo todo.


Corte de Primer Contacto:

[Picard] Están creando un vórtice temporal.

[Riker] Un túnel del tiempo.


El director y el reparto se esforzaron en darnos una sensación a primera vista de impostores. Nada más ver a Ro y a sus acompañantes, yo pensé: «¡Buf, estos son todos impostores, los tres!» Y no mentiré: durante unos minutos tuve la esperanza de que esta comandante Ro fuera una impostora. Sin embargo, resulta ser la Ro de verdad, lo que la degrada a ser un personaje mucho menos interesante.


"Impostores" está planteado como un thriller de intriga política. Esto hace que la única escena confortable sea la de la visión terrorífica del inicio.

Jack tiene una visión donde asesina a todos los tripulantes del puente, y le alférez Esmar dice saber qué es él de verdad. En Memory Alpha, la wiki trekkie, dicen que Esmar es de la raza haliiana —y de género no binario, como su intérprete—, pero yo creía que era de Bajor. Por eso elle sabía qué era Jack de verdad. Por otro lado, sus bultos de la frente se parecen demasiado a un nuevo rediseño más complejo de las prótesis faciales bajoranas, ya que durante sus primeros episodios en The Next Generation, Michelle Forbes solía tener unos cuernecitos entre las cejas. Esos cuernecillos eran los apliques de las arrugas del puente nasal. Poco tiempo después, contaron con mejores prostéticos e hicieron igual que con la empanada de Worf: fingieron que el maquillaje siempre había sido bueno. Pero como no me acordaba de este cambio de retrocontinuidad, yo creí que la nueva Ro era una impostora y que la ausencia de cuernecillos era una pista.

 

Ro Laren fue la primera bajorana de Star Trek. Se convirtió enseguida en la favorita de muchos adolescentes por su rebeldía sin rumbo. La alférez Ro sabía que quería hacer algo más y fue madurando durante las últimas tres temporadas de La nueva generación. Justo antes del final de la serie —en el episodio Preemptive Strike—, Picard ordenó a Ro infiltrarse entre unos bajoranos que se negaban a abandonar su colonia. La Federación había firmado por fin la paz con los cardasianos y cedió a unas cuantas reubicaciones a lo largo de su frontera. Pero Ro simpatizó tanto con estos bajoranos que también se unió a los maquis. Y Picard se enfurruñó: «¡Pero bueno, es que no sé cómo ha podido pasar! ¡Le ordeno que se vaya a vivir con otros bajoranos, como ella! ¡Que han sufrido el yugo de los cardasianos, como ella! ¡Y en vez de traicionar a sus semejantes, me hace quedar mal a mí! ¡Ya verás, voy a memorizar una frase en su idioma que la deje fatal, voy a ensayarla regularmente, y cuando nos volvamos a ver le voy a pegar un corte que no se lo va a creer!»

A mí siempre me pareció que la decisión de Ro Laren fue el final más coherente imaginable para su personaje. Por eso con "Impostores" siento que la despojaron de su final perfecto. Me alegra haber visto a Michelle Forbes, pero el único lugar donde quería ver a Ro era en la estación Espacio Profundo 9, como en el cánon beta de las novelas.

¿Y para qué rescataron a este personaje del pasado? Supongo que para que Patrick Stewart tuviera su revancha. Nunca entendí cómo un personaje tan equilibrado como Picard se tomó la traición de Ro como un asunto tan personal. Y lo peor: que pretendiera que los espectadores compartiéramos su dolor. Esa reacción siempre me pareció de lo más ridícula. Tiendo a creer que Patrick Stewart nunca ha entendido a Picard porque el personaje es mucho más sabio que el actor.


Picard hizo muchas cosas buenas por Ro: la recomendó para un programa especial de la academia, cuando volvió le dijo que estaba en muy buena forma... Para mí, que se la quería trajinar. Por eso le molestó que se fuera justo cuando iban a celebrar el éxito de la misión. Hay que tener en cuenta que Preemptive Strike sucede justo antes del final; y la escena que cierra la serie muestra a Picard acercándose más a sus compañeros. El capitán quería dejar atrás aquella separación entre rangos.

Y aunque no fuera cierta mi idea de que se la quería llevar a la cama, igualmente es una actitud inmadura por parte de Jean-Luc el pensar que puedes comprar la lealtad de una persona con puros favores.

Si una persona te proporciona cosas buenas, lo hace porque quiere. No le debes nada más allá de lo que tú le quieras corresponder. Solamente pensaría lo contrario una persona narcisista. Y tristemente, yo siento Star Trek: Picard como si fuera una serie de fantasías de un narcisista resentido que reescribe a su placer los disgustos de su pasado.

¿Quieres pruebas de que Jean-Luc Picard es un manipulador? Vale, pues le dice a su hijo: «¡Alístate en la Flota Estelar, verás mundo!» Y cuando su hijo le dice que no, Jean-Luc enreda a la pobre Siete para que se lleve aparte a Jack y le dé un uniforme de la Flota Estelar. ¡Lo de esconderse a plena vista es una excusa! Si el viejo quiere que te vistas de Flota Estelar, no va a parar hasta que sigas sus pasos.


El mensaje que envía "Impostores" es que nadie se aleja del área de influencia de Jean-Luc Picard sin pagarlo más adelante. Si le rompiste el corazón, tú también tendrás que sentir ese pesar tarde o temprano.

La última vez que vimos a Ro, ella pilotaba una lanzadera y desapareció para siempre por seguir sus propios ideales. Y en este episodio, ella vuelve a pilotar una lanzadera y desaparece para siempre para obedecer los ideales de Picard. Hay tantos paralelismos que incluso si superponemos a la vez "Preemptive Strike" e "Impostores", los eventos del minuto 42 parecen seguir una secuencia paralela.

Como podemos ver, justo después de que Ro Laren cometa su acto de traición en el año 2370, los Cambiantes del 2401 instalan la bomba. Y justo después de que la comandante Ro del futuro corte la comunicación, el Riker del pasado presenta su informe. El ruido del padd al tocar la mesa coincide con el impacto de la lanzadera.

Por supuesto, esto no es más que una teoría sin fundamento típica de los fans de Twin Peaks, pero me pareció divertido hacerlo. Además, después de que el episodio anterior fuera un remake encubierto de Apocalypse Now, ya me creo todo.


Cualquier persona diría que "Impostores" es la gran redención de Ro Laren. Pero yo no lo siento como tal. Ni siquiera siento que Ro Laren necesitara redimirse de nada, a no ser que tu mente se haya quedado anclada en el pasado. Siento que "Impostores" es la gran venganza de Picard. Como si dijera: «¡Ah, ¿me dejas? ¡Pues para mí estás muerta!» Y él recrease esa fantasía en su mente, donde esta vez ella revierte su ofensa y se convierte en una niña buena que deja a Jean-Luc como un excelente mentor. Para mí, esto es una falta de respeto contra el personaje de Ro Laren; le han arrebatado con violencia su antiguo final merecido.


Y el remate de esa falta de respeto es que al final, el pendiente bajorano no era más que un contenedor de datos. El pendiente de los profetas siempre simbolizó la fe del pueblo de Ro. Al principio, ella lo llevaba por puro postureo; incluso se lo colgaba en la oreja equivocada. En esta serie nueva, el pendiente está ausente del todo, junto con su dimensión espiritual.

Primero, está ausente porque es necesario que exista una duda de si ella es una impostora o no.

Segundo, porque cuando por fin aparece, es un pendiente impostor.

Y tercero, porque a Picard no le importa la carga cultural o emocional de que Ro se lo haya dado en el último instante. Lo que él se pregunta es: «Y esto, ¿por qué me lo dio? ¿De qué me sirve a mí? ¿Cómo puedo utilizarlo, igual que utilizo todo y a todos?»


Sinceramente, a estas alturas sólo me imagino un modo para poder arreglar todos los errores de esta serie: revelar que Picard se había vuelto completamente senil. Y que Laris era su enfermera, y Zhaban su doctor, y estas temporadas no fueron más que delirios de manía persecutoria.

Lo digo completamente en serio; esta vuelta de tuerca aportaría a la serie un mínimo de profundidad psicológica. Además, ya hemos pasado el ecuador de la temporada y aún quedan las tramas de Lore, LaForge y el Dr. Moriarty. Sólo queda tiempo para acabar la historia de Picard si revelan que había perdido la cabeza o si se cae de un andamio.

Que nos oigan los profetas y sea lo primero.


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Todos los directores de Picard dirigen dos episodios seguidos, y Dan Liu dirigió el quinto y el sexto. Aunque el episodio 5 no me terminó de gustar, el 6 me gustó mucho. No es apasionante pero equilibra muy bien la acción audiovisual con la acción dramática.

Tres valientes deben acceder al corazón de una base secreta llena de objetos misteriosos. Pero aparecen naves de la flota y los demás se tienen que ir a pedir ayuda a un viejo amigo que dirige un museo. La atención de la historia pendula entre la misión en el almacén misterioso donde nadie debería entrar y el almacén famosísimo que recibe visitas de todos.


El título de esta sexta entrega es The Bounty. En inglés hace referencia tanto a la nave HMS Bounty como al jugoso botín que consiguen. Este botín es al mismo tiempo el dispositivo de camuflaje del Ave de Presa klingon —que les permite esconderse— y el manifiesto de la base Daystrom, que responde a la pregunta de qué robaron los cambiantes.


En un primer momento, el guardián de la base misteriosa parece ser el profesor Moriarty, que ya habíamos visto en el tráiler. Pero resulta no ser más que una proyección diseñada para el capitán Riker. Durante un minuto esto puede sentirse decepcionante, pero pensándolo en frío, fue la mejor decisión posible. Cualquier otra alternativa nos hubiera llevado a una decepción peor aún.

Imagina que no hubieran mostrado a Moriarty en el tráiler y te lo encuentras esta semana. Te da el subidón de la sorpresa y luego resulta que era falso. Habría parecido un cameo gratuito.

Imagina que es el Moriarty de verdad y lo destruyen para pasar. Equivaldría a matar a un personaje querido del pasado con tal de exprimirnos un mero shock. Además sin necesidad, ya que de hecho su arco narrativo ya había logrado su conclusión adecuada hace décadas. Sería otra vez lo mismo que hicieron con Ro Laren.

Opino que a los productores les salió perfecta la jugada mostrando a Moriarty en el tráiler como un modo de dar a entender que habría muchos retornos del pasado sin destripar las apariciones realmente importantes.


Porque aquí el retorno que merecía toda nuestra atención era el de Brent Spiner, que interpreta al androide Daystrom M-5-10. Me pareció fascinante ver a este nuevo "Data definitivo", porque en más de un sentido representa la culminación de la carrera de Brent Spiner. Nuestro amigo Brent lleva toda la vida interpretando al Data bueno, al Data malo, al Data padre, al Data abuelo, al sobrino, al esquimal, al francés... Es una idea magistral contener todos esos personajes en un mismo recipiente que a la vez permita a Brent Spiner dar una estética de señor mayor. Por no hablar de las posibilidades dramáticas.

Hablando del Data francés, me gusta que Vadic —la cambiante— sea tan imitadora que cuando pronuncia el nombre de Picard lo haga apegada al acento de Francia. ¿Podría ser una pista el hecho de que Jack Crusher también lo hace?


Jack continúa su trama de «alístate a la flota, hijo» en la escena nostálgica de las naves. Siete y él se ponen a comentar algunas naves del museo, y hablan de ellas como si fueran mujeres: «Mira, esa me hizo nacer de nuevo.» «¡Esa otra es un poco chapada a la antigua, pero tiene unas curvas...!» Lo malo de este recurso literario de antropomorfizar los objetos es que luego me pregunto si Jack también habla de las mujeres como si fueran naves: «Ah, cuando creía que nunca volvería, la Sidney siempre me llevaba a casa. Era la piloto, por cierto.»


Jack se muestra atraído por Sidney LaForge justo el día que conoce a su hermana y a su padre. Esto da a Geordi Laforge un motivo más para mostrar su faceta sobreprotectora. ¿Cómo lo hace LeVar Burton? Se tira media hora haciendo de papá enojón y aún así se las apaña para transmitir la intención más amistosa.


Me parece que The Bounty es una historia emocionante a pesar del protagonista. En un combate de boxeo diría que ha ganado no por técnica, sino por puntos. Simplemente, tenemos a unos secundarios de lujo.

Michael Dorn, actorazo; todas sus líneas son chistes o bravatas y siempre acierta en el tono. Amanda Plummer, actrizaza; es una villana terrorífica y a la vez se comunica como una niña. LeVar Burton, actorazo; es incluso mejor actor que antes, al contrario que otros actores veteranos ha presentado mil programas de TV y sigo viendo a Geordi. Su hija a lo mejor también es buena, pero como ya sabía que Mica Burton era su hija de verdad no pude verla con mirada neutral. Y la hija que no es hija en la vida real —Ashlei Sharpe Chestnut— tuvo una presencia arrolladora desde su primerísima aparición.


The Bounty es el tipo de episodio que más me gusta. Todos los cabos están atados; hay peligro sin que sea una desesperación continua; hay asombro por lo desconocido; hay sorpresas que no juegan al shock gratuito; y las tramas que me interesan menos no se eternizan. Salvo por alguna excepción, creo que Picard 3 está por fin logrando lo que muchos trekkies queríamos ver. Funciona en la imagen global y en los pequeños detalles, como cuando en el minuto 14 ya nos adelantan la voz de Data.

Mi escena favorita fue la del acertijo musical. Riker tiene que captar una melodía de violín mientras un asesino lo apunta con un arma. Es la defensa que esperarías de un personaje que es al mismo tiempo ángel y demonio. Además está editada de un modo que te intriga.


En líneas generales, la dirección de Dan Liu me satura un poco porque siempre sigue las modas de los thrillers para TV. Por ejemplo, en la escena de la reunión en la Ready Room —que siempre ha sido de mis favoritas porque siempre ha sido nada más gente hablando de su trabajo sin distracciones—, Dan Liu mete de fondo eso que yo llamo "música de helicópteros". Esas ráfagas de ambiente machaconas que me ponen nervioso porque parece que va a empezar una canción pero nunca empieza.

Otra cosa que sentí medio ambigua fue cuando "Crush" LaForge y Jack Crusher tienen su «momento Cossette y Marius». Como el director mete un montón de montajes paralelos para aligerar el ritmo de las tramas menos ligeras, se da un corte cuando se quedan mirándose. Y me queda la duda de si en realidad para ellos sólo pasa un segundo o es que están en el Hotel Transilvania y han tenido un «zing».

Sin embargo, en la escena de Moriarty el estilo de Dan Liu nos recompensa con creces, porque recurre a metraje antiguo del piloto de La nueva generación. Este tipo de ediciones son una rareza que sólo en los últimos años estamos pudiendo experimentar como espectadores. Es la primera vez en nuestra cultura que contamos con franquicias audiovisuales de tan larga duración. Ya no hace falta hacer como en Back To The Future, estas franquicias sí tienen metraje de los actores jóvenes. Pueden reciclar material previo para darle un nuevo significado. Es una sensación que no deja indiferente. Se siente casi como si en la época de Encuentro en Farpoint ya hubieran pensado en el episodio de 30 años después.


Si te gustó está técnica narrativa, hay dos principales ejemplos que quiero recomendar.

Uno es el largometraje Boyhood (Momentos de una vida), donde Richard Linklater estuvo filmando al mismo reparto durante doce años. Es uno de los proyectos cinematográficos más meritorios que se hayan atrevido a emplear esta técnica.

El otro ejemplo es la serie Twin Peaks, que guarda muchas similitudes con el episodio trekkie que nos ocupa. Llegaría incluso a decir que si No Win Scenario era un remake encubierto de Apocalypse Now, The Bounty es un remake encubierto de la última temporada de Twin Peaks, la que ocurre 25 años después de la segunda.

¡La verdad es que me está empezando a gustar el método de los guionistas del Star Trek de Alex Kurtzman! No tienes más que aislar sin contexto los elementos más brillantes de otros productos, reintegrarlos a tu conveniencia en un conjunto de tramas horizontales, ¡y si te descubren, sólo tienes que decir que era un homenaje!


En conclusión, me encanta el nuevo Data porque podría perfectamente salir en Twin Peaks y decir: «¡Soy todo un pueblo!»



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