Rain Man (1988): TERTULIA

Tertulia con spoilers sobre el largometraje de renombre "Rain Man" (Barry Levinson, 1988) a cargo de dos autistas de menos nombre: Morado Valdeiglesias y la Profesora X.

¡Feliz mes de la aceptación del autismo!

 


 

ÍNDICE 

00:00 Términos inadecuados y anticuados 04:40 Bella como fábula, pésima como introducción 06:34 Charlie, hermano menor 08:50 Susanna, la novia 10:18 El centro psiquiátrico Wallbroock 12:48 Ecolalia y stress 15:29 Tiempo y divisas 17:42 ¿Cuántos palillos? 18:27 Memorizando datos 20:09 Crisis en el aeropuerto 21:25 Infodumping 21:53 Autonegación 23:14 Rutinas 25:16 Drama conmovedor 25:50 Las Vegas (sin ruidos) 27:28 Beso 28:36 David Lynch y las bolitas de queso 29:39 Contacto ocular  

 

TRANSCRIPCIÓN

 


[V] Hola, soy Morado Valdeiglesias y estoy con la Profesora X, que tiene superpoderes de cantar música africana y que nadie se queje.


[PX] Y de bailarlo.


[V] Vamos a comentar Rain Man. Esta película no sirve para aprender de autismo; aprendes cosas que era lo que se pensaba hace 20 o 30 años, hace medio siglo casi. Yo creo que Rain Man es una película de fantasía, no es una película de autismo. Es una película de dos hermanos que se conocen por primera vez; el hermano mayor tiene un tipo de condición neurológica y le han puesto el nombre de una cosa que ya existía.


[PX] Puede que era autismo, pero bien patologizado y muy estereotipado. Bueno, para la época que era.

Tiene sus puntos que dices: «Ah, bueno, pues sí es cierto», o sea que la gente lo entiende. Pero hay otros que sí dije: «ay, no», o sea... En mi país la traducción era: «Tiene idiotez mental» o algo así. Le dijo «idiota», entonces yo dije: bueno, ese término lo usaban antes. El autismo era así, se conocía como idiotez psicótica o algo así, y dije: bueno, o sea, a mí se me hizo muy duro, ahorita hoy en día escuchar ese diagnóstico porque así lo manejaban antes.


[V] Hasta hace poco, en los reportajes de los telediarios, cada vez que alguien hablaba de autismo ponían siempre la escena del minuto 20/23, cuando está Raymond viendo «El pueblo juzga» y mientras tanto el personaje de Tom Cruise está hablando en el pasillo con el doctor-tutor. Siempre ponen esa escena de: «Sí, es lo que nosotros llamamos un tonto inteligente».


[PX] Bueno, ahí lo suavizaron, pero acá la traducción sí es muy pesada; o sea, se me hizo muy dura y dije: «Bueno...»

O sea, si lees libros de esa época así manejaban el diagnóstico antes, como idiotez no me acuerdo si mental o psicótica, pero ponen la palabra idiotez. Entonces así lo describían los médicos antes, al autismo.


[V] Sí, además que en inglés dicen «autistic Savant», o sea, del síndrome de Savant, el síndrome del sabio; que es lo mismo que tiene el personaje de The Good Doctor, el doctor portentoso que todo lo sabe.


[PX] Lo hacen ver como que: «¡Ah, es sobrehumano! ¡Es un genio!» Y puede que sí existan personas así, pero en este caso, en la película, lo estereotipan como que: «¡Ah, es autista y es genio!» Cuando sabemos que muchos autistas no somos genios.


[V] Sí, no somos genios.

Estuve leyendo un poco las primeras páginas de una especie de charla que tuvieron Steven Spielberg y otro responsable de la película que luego se fueron. Esta película pasó por bastantes manos antes de dar con el equipo que acabó haciéndolo y Steven Spielberg estuvo en determinada etapa del desarrollo. Entonces me puse a leer un poco de esa charla que tuvieron, y al parecer, aparte de que el personaje de Raymond está basado en una persona que tuvo una especie de incidente o accidente que lo dejó... Como que trastocó su cerebro y por eso ya podía hacer cosas matemáticas de supergenio. Es que no tenía en un principio ni siquiera el guión nada que ver con el autismo. Dustin Hoffman sabía acerca del tema y había estado con distinta gente en instituciones para estudiar, y entonces dijo: «Oye, creo que va a ser mejor si ponemos de esto porque se parece más.» Por eso cuadra. No cuadra en la realidad que Raymond sea autista, pero sí cuadra dentro de la historia ficticia.


[PX] Tiene sus cosas que dices: ah, pues sí pasa esto en el autismo. Pero insisto en que es muy estereotipada la película. Bueno, para la época que era, del 88. En esa época debió ser como que «¡Wow, la novedad!»


[V] Sí, hoy en día hace mucho daño, incluso. De esto de que tú dices —así como quien no quiere la cosa—: «sí, soy autista», en una charla cualquiera, y te dice alguien: «¡¿ERES AUTISTAAAA?! ¡Pero si no te pareces a Dustin Hoffman!» Hombre, faltaría...


[PX] Pues sí, hubo una época, todavía debe de haber que así decían: «No, pero pues no te pareces a Rain Man... ¡al Rain Man!»


[V] «No te pareces al Rain Man.»


[PX] «Al Rain Man» Así dicen: «¡No te pareces al Rain Man! ¡No eres!»

No sé, yo ya la he visto muchas veces; de hecho la quería volver a ver. Ya va como 10 veces que la veo. Pero digo: para alguien que no conoce, a lo mejor sí le sirve. A ver las bases, vaya. Pero a la vez sería dañino, porque se va a quedar con una mala idea de que así es, o así deben ser.


[V] Una de dos: o la ves al principio de todo y luego te haces un ciclo de películas mejores; y te informas con libros y tal; o con blogs, perspectiva en primera mano. O bien la ves al final del todo sabiendo que fantasía.


[PX] Yo la recomendaría para personas que ya investigan de autismo o que saben. Pero recomendarlo así como para que conozcan la condición, no.


[V] Si eres docente de algún centro educativo y quieres llevarla a clase esa semana que no has preparado nada, no. Esta no. Mejor ponles Supersonic Man que tiene una música: «Supersonic Maaan, I wanna be», es mejor esa.


[PX] Por ejemplo, a mí me tocó ver que se la ponían estudiantes; de psicología, de medicina, de la salud... Y yo decía: «ay, es que se me hace peligroso». Porque apenas están empezando. Muchas veces ni siquiera saben. Ponérsela así a lo mejor ya en el último grado, que ya vieron de autismo, investigaron, podría estar buena. Pero a comienzo, para que vean, no.


[V] Es una pésima introducción.


[PX] Sí. Y es bonita, porque está muy bonita, a mí me sale el lagrimín a veces. Pero pienso que para personas que ya sepan del autismo.


[V] Por eso nosotros vamos a ir comentando un poco la película por encima hasta el final. Te vamos a chafar el final si no lo has visto.


[PX] Spoiler alert.


[V] Pero así podrás disfrutarla con otra perspectiva.

Mi primera experiencia con esta película es una vez que la echaron por la tele y mi madre la quitó. Yo creo que es porque no quería que yo hiciese preguntas. Yo no tuve el diagnóstico de autismo hasta los 30 años. Y fue por cosas como esta, que echan Rain Man y lo quitan. Yo no quería ver la película por el tema de la neurodivergencia, sino porque la música estaba muy bien.

[Tararea] «Sitting by the fire...»

¿Cómo no vas a querer oír eso?


[PX] Sí, está pegajosa.


[V] De hecho, ¿por qué crees que tuvo tanto éxito la película de Misión Imposible 2? Porque también empieza con esta canción.


[PX] Cinematográficamente hablando es muy rica la película. Tiene muy buenas escenas: muy buena fotografía, ambientación, música... Es muy buena.


[V] Todo te lo cuentan con la imagen. El protagonista, interpretado por Tom Cruise, se llama Charlie; Charlie Babbit. Su trabajo es hablar; hablar mucho por teléfono, ese es su trabajo, los coches son anecdóticos. Y va a un sitio y tiene que dar media vuelta con el coche. Y ves el coche dando media vuelta. Muy visual. Charlie Babbit vive en el privilegio, el coche literalmente le cayó del cielo. Y tiene muchas discusiones con su novia italiana.


[PX] Y aparte, en esa época estaba de moda Tom Cruise. Todas las películas que hizo están muy buenas: el comienzo, todo el desarrollo... Y esta creo fue la novedad, de que no habla de acción, es un drama; debió de ser una joya la película. Por eso me llama la atención verla tantas veces, porque es como si la viera por primera vez. Te atrapa, te atrapa.


[V] La chica le exige hablar y Charlie dice que estaba pensando en sus cosas. Podrías llegar a pensar que Charlie también está dentro del espectro del autismo.


[PX] Sí lo pensé. La novia tiene que estarle repitiendo repitiendo y hasta que la desespera.


[V] Esta última vez ¿cómo la viste, en inglés?


[PX] Con subtítulo; en inglés pero con subtítulos.


[V] Yo también. La había visto un par de veces antes en español, porque me gustan mucho las voces de quien dobla a Tom Cruise, quien dobla a Dustin Hoffman... Y me había pasado una cosa muy curiosa. El personaje de Sussana es completamente distinto doblado. En español me cae bien, y en inglés... No es por el acento italiano, es por lo exigente que es siempre: «¡Pero es que yo quería que hablásemos por el camino, ¿nooo?!»


[PX] Acá en Latinoamérica me gusta, la traducen muy: «¡Pero ¿qué te estoy diciendo, Chaaaarlie?!» Me da mucha risa cómo la ponen, es muy bueno el doblaje. Y de hecho, me cae bien porque es muy espontánea y es la que hace que acepte a Raymond. No sé, es un personaje muy chistoso el de ella.


[V] Sí. Siempre que hace falta, está ahí. Incluso para interrumpir. Charlie está contando su anécdota del pasado en un orden preciso, la chica lo interrumpe porque es una impaciente, y Charlie... ¡da igual, sigue! Sigue con su orden y con sus onomatopeyas del coche: ¡yuuun, yuuun...!


[PX] Son ricos los diálogos. Si te fijas, nada más son ellos tres la película.


[V] Yo creo que hasta podría hacerse en teatro.


[PX] Sí, también. A mí me gustó mucho la escena donde llegan al psiquiátrico y ella está esperando en el coche y llega Raymond y se sube, y no le dice nada. Y digo: ¡Ah, sí pasa! Sin juzgarlo ni nada, nomás se subió. Y el otro: «¡¿Por qué dejaste que se subiera?!» Y ella: «Porque dijo que conocía el auto.» Esa espontaneidad me gustó mucho. Me gustó mucho como pusieron el psiquiátrico, no sé, yo amo los hospitales psiquiátricos, entonces también me atrapó mucho.


[V] El psiquiátrico de Wallbroock es presentado de un modo brillante para la época. Hoy en día, esto podría ser más ambiguo, pero en 1988, la gente con síndrome de Down jamás salía en las películas, lo que hacía que cada ocasión donde si salían, su intervención tuviera más significado. Charlie está entrando en unos árboles: «¿es aquí esto?» Se gira un hombre; es alguien con síndrome de Down. «Sí, aquí será.»


[PX] Sí, y para la época dirían ahorita: «fueron inclusivos». Incluso cuando salen los médicos, también me gustó mucho como explican a Charlie todo la condición. Lo malo es que lo explican de una manera muy patologizante.


[V] Claro, es de estas películas que a lo mejor en según qué canales deberían poner una cartela al principio.


[PX] Sí. Alguien que la viera que no sabe, diría: «¡Oh, sí, cierto!» Es muy raro que en una película tomen tan en serio el papel del médico. Da lástima que lo explicaron de esa manera. O sea, al decir: «es que tu hermano es idiota», dices: ¡no, ya iba todo bien y ya echaste a perder el diálogo!


[V] Para la gente que le interese: esto está, respecto a lo que sabemos ahora, mal explicado. Sin embargo, es otra época. Es exactamente igual que con las películas de los años 70-80, que todavía no sabíamos cómo pronunciar ninja y dicen: «¡¡Oh, es un ninjjjjjja!»


[PX] Sí, me recordó a la película de «El libro de piedra», cuando dicen: «¡Oh, la criada!» ¿Por qué dices criada? Es casi similar mi reacción, de: Ay, no manches, ¿por qué le dices así? «¡La criada, ¿dónde está?» Di la muchacha o la chica, no sé, pero ¿la criada?

También me gustó mucho la escena donde entra Charlie a ver el cuarto de Raymond, que empieza a agarrar los libros, que el otro se pone todo histérico: «¡No! ¡No toques mis cosas!» Eso sí me gustó mucho porque sí pasa, así es la realidad.


[V] Claro, claro. Las partes que están bien integradas dentro del guión, donde nadie lo explica, están bien hechas. Las que está mal es cuando te ponen a un doctor utilizando palabras.


[PX] Sí, yo creo que si se recortaran algunas escenas sería muy buena.


[V] Por ejemplo, cosas de estas que son buenas si te fijas. Cuando Raymond habla con ecolalia. Le pregunta Charlie: ¿Conoces este coche?» Y Raymond responde: «Conozco este coche.» No dice «sí», responde una versión con las mismas palabras.


[PX] Le dice: «¿Conoces este coche?» Acá doblan: «¿Conoces este coche?» O sea que le está diciendo: «Sí, lo conozco.» Me gustó que utilizaron muy bien la ecolalia, la manera en que muchos autistas hablan en tercera persona.


[V] Es que es muy real esa parte de poco después, en el minuto 23, cuando le han hecho tantísimas preguntas en un par de escenas que Raymond empieza a decir a todo: «No lo sé.» Porque ya lo han atorado.


[PX] Cuando lo estresan, ya casi al final, que están en la reunión médica, está tan presionado que todo dice: «No, sí, sí...» Y ahí es donde se dan cuenta de que no puede ser autónomo. Es verdad, a veces nos cuesta tomar decisiones. Y estar bajo presión te hace decir lo que quieren escuchar.


[V] Ciertamente. Yo he llegado a decir esto de «no lo sé» cuando era algo que me hacía falta pensar tanto en ello para lo poco importante que era que acababa diciendo «no lo sé».


[PX] O acabas diciendo «sí, sí», a todo. Es parte del autismo eso. Es la falta de tomar decisiones porque estresas, te sacan.


[PX] Sí. Esto lo digo como prevención: hay ciertas personas que utilizan esto para aprovecharse de ti. Que saben que si te atoran vas a decir lo que sea y utilizan como tortura eso. Y empiezan a alargar lo que quieren decir y no te dejan intervenir, y al final dices que sí.


[PX] Por eso no nos podemos adaptar, porque hay mucha gente que ya te identifica. Que dice: «Ah, este se estresa.» Entonces somos blancos de este tipo de personas. Saben que batallas en decidir y terminas haciendo lo que ellos quieren, porque no puedes tú exteriorizar realmente tu decisión. Porque te cuesta, es parte de la condición de nosotros que cuesta decir sí o no, o escoger. Eso nos hace tan vulnerables al mundo.


[V] Mientras tanto, Susanna es como el aspecto contrario de esto. Susanna es de las que necesita saber por qué. «Lo haré si me dices por qué.»


[PX] Sí, muy demandante. Pero está muy bien la personalidad de ella porque los ayudó a ambos.


[V] Bastante.

Una cosa que no me había podido fijar es que Raymond no puede relativizar el tiempo. Dice: «Voy a estar aquí muchísimo tiempo, no voy a volver nunca a mi casa.» Y hasta que tú y yo no vimos el documental de «La razón por la que salto», nunca había reparado en este aspecto. Resulta que a mí me pasaba lo mismo cuando era muy niño. A veces mis padres me dejaron a solas en casa, y solamente yo por no ver el coche en el sitio donde siempre aparcaban, yo pensaba que me habían abandonado ahí para siempre y que iba a morir de inanición en la casa.


[PX] Sí, pues es que tenemos dificultad en el espacio y tiempo. Por ejemplo, ayer hiciste algo y estás contando: «hace tiempo hice...» Y fue ayer. Y dices: pero lo hiciste ayer, ¿por qué dices que hace tiempo? Porque batallamos para identificar el tiempo-espacio a veces.


[V] Eso lo hago yo mucho cuando estoy escribiendo. Cuando escribo algún cuento y tengo que decidir: ¿cuándo sucedió? ¿Hace años? ¿Hace unas semanas? ... ¡Hace tiempo!


[PX] Sí. Y otro dato importante es el dinero. Él no sabe el valor del dinero. Que le dicen: «Raymond, ¿cuánto cuesta un chocolate?» Y él dice: «Un millón de pesos.» Porque no tiene la noción del valor del dinero. También es muy común en nosotros; más cuando somos niños. Si no te enseñan el valor del peso, del dinero, del dólar, del euro, tú no tienes idea de qué vale, porque son cosas que no nos importan. Entonces eso se va enseñando y es un dato muy bueno que también pusieron ahí. Para la época que era, lo plantearon bien.


[V] Desde luego. Se nota mucho que Steven Spielberg estuvo ahí.


[PX] O sea, que le estudió en otro lado, a lo mejor mal; pero lo estudió.


[V] Sí, ese es el único fallo realmente de la película. Si la ves como ficción es estupenda.


[PX] Por algo ha tenido el éxito que tiene, porque dicen: «¡wow!» Pero ya quienes vivimos dentro de la condición, dices: «bueno se pasaron un poquito».


[V] Como cuando cuenta los palillos. 246... ¡Anda ya!


[PX] ¡Ay, sí, ahí dije: ¡Robocop, Superman ¿o qué?!

Hay autistas que tienen muchas habilidades muy sobresalientes. Puede que en el mundo exista a lo mejor uno que sólo con ver ya sepa cuántos palillos eran.


[V] Sí, bueno, esto está basado en un caso real. Por lo menos lo de contar cartas, eso sí que es real.


[PX] Pues es que el autismo es un misterio. Nunca se va a poder sistematizar el autismo porque cada autista es diferente.


[V] Pasando a otro término que en inglés me hace mucha gracia, que es «bookless». El pobre Raymond se tiene que entretener leyendo la guía telefónica.

Muchos de los clichés del autismo de las décadas pasadas viene de que durante las décadas pasadas nos dejaban «bookless», nos dejaban sin libros. Entonces ¿qué vamos a hacer? ¡Nos tendremos que inventar alguna cosa rara!


[PX] Sí. Por ejemplo a mí me pasó eso de que yo sí me aprendí un directorio. Estaba aburrida y agarré el directorio y dije: «Pues me pongo a leer.» Me grabé direcciones, teléfonos... Me preguntaban algo y yo: «¡Ah, sí, es este-este-este!» Era niña. Yo lo tomé como un interés especial: los números telefónicos, grabarme direcciones. O sea, me estimulaba, ¿no? Los datos: los apellidos, las letras... Cuando vi la escena me recordó mucho porque lo que te pongan que sea de tu interés lo vas a potencializar mucho.


[V] Hoy en día tenemos Star Trek, tenemos medio siglo de Super Sentai... Entonces podemos memorizar cosas que nos vengan más útiles. Pero el interés de estudiar está ahí.


[PX] Sí. Mientras sea un interés muy especial tuyo, te haces una bestia en el tema y en esa habilidad.


[V] Leí una vez hace años que mucha gente autista llevamos mochilas precisamente para eso: para no quedarnos sin libro.


[PX] Sí, a los que les guste leer, porque hay unos de plano no les gusta ni tomar un libro.


[PX] Claro, el interés.


[PX] Sí. Él amaba leer. Lo quería entretener el hermano y pues le da el directorio: «Ahí ten, entretente.»


[V] Esto está contado como un cuento, empieza con el padre que se muere. Es como el Gato con Botas: el hermano pequeño se queda nada más con las rosas y el auto de segunda mano.


[PX] Charlie era un egocéntrico, hasta presumido... Entonces el haber experimentado esta situación lo hizo cambiar. Lo hizo sentir un poco más de la empatía que no tenía.


[V] Van a un aeropuerto porque el hermano pequeño recoge al hermano mayor que no sabía que existía. Es un hermano mágico. Pero Raymond tiene una crisis ahí, porque sabe que todas las líneas han tenido accidentes.

Me dio esta crisis de Raymond menos ansiedad que la del chico del documental de «La razón por la que salto», porque en Rain Man yo sé que esto es un trabajo actoral de Dustin Hoffmann, y que Dustin Hoffman en realidad se siente bien. Por eso puedo valorar la historia sin pasarlo mal.


[PX] ¡Ay, yo sí la pasé mal! Y más porque sí es cierto, sí pasa. Pero también está bien que se muestre. Por ejemplo, en la escena de la bañera muestran el trauma que le quedó a él desde niño; y que por eso lo encerraron, porque creyeron que él lastimó a su hermano.


[V] Me encanta la sala de espera del doctor. Cuando la ayudante no conoce el término autista, dice: «¿Cómo, que su hermano es artista?»


[PX] ¡Artista!


[V] Y es muy curioso que esta ayudante, de este doctor que no es de salud mental, no conoce el término y sin embargo tienen ahí mismo en la sala de espera a un señor mayor haciendo un infodumping como un piano.


[PX] Esa escena me dio risa.


[V] Sin embargo, en la escena siguiente, hay una cosa que no me gusta, que es cuando preguntan a Ray si él es autista y él responde que no. Hay un falso mito de que los autistas no podemos saber que lo somos, y eso nos cierra puertas a un diagnóstico.


[PX] Yo creo ahí sería cuestión de qué tanto conocimiento tienen sobre su condición. A mí me ha tocado ver a niños que les dicen: «Eres autista», y los niños lo niegan, dicen: «No, yo no tengo nada.» Yo creo que ahí entraría también parte de la negación. O sea, si para un adulto es difícil enterarse, imagínate para un niño.


[V] Sí, me acuerdo de secundaria, que una vez quise quejarme de que un compañero me había agarrado del jersey y la profesora no comprendía que a mí me molestase que me tocasen el pecho sin permiso. Y se puso a decirme: «¿Tú tienes alguna zona especial?» Y yo entré en negación, de: «¡¡No, yo-yo no tengo una discapacidad intelectual!!»


[PX] Sí. Raymond estuvo encerrado muchos años y él se sentía normal, dentro de lo que él era. Entonces decirle: «eres autista», y él: «No.» Porque dentro de él se veía normal; no se veía discapacitado o algo. Bueno yo así interpreté esa escena.


[V] La televisión, más que el interés que pudiera tener cada programa, es una cuestión de saber el momento del día que es.


[PX] Ahá. Tantos años que ves tu programa de TV a la misma hora en la tele, sentado en tu sillón, y que de repente llega alguien y te diga: «No, vámonos», y rompes esa rutina, pues es muy frustrante y estresante.

Charlie no tenía la idea de lo que se llevó, de la que se le iba a armar por haber sacado a su hermano autista del psiquiátrico. Y ya que él vio la gran responsabilidad que era, se la aventó. Eso me gustó.


[V] Vernon, el hombre que al principio es el mejor amigo de Rain Man, quieras que no, está haciéndole un tutorial rapidito a su hermano. Es como si ya supiera que se lo va a llevar prestado.


[PX] Yo también tuve esa percepción de: «Ándale, prueba y vas a ver que lo vas a regresar.» Así lo vi.


[V] «Llévatelo ahí donde los patos.»


[PX] «Experimenta, ándale para que veas la responsabilidad que es y no vas a poder con ella.» Como que lo dejó que experimentara convivir con su hermano y viera que no iba a ser autónomo nunca. Y por eso en la escena donde lo estresa, que le empieza a preguntar «¿puedes vivir solo?» y que empieza «sí, sí», a todo sí, ya prueba que no es capaz. O sea que nunca va a ser capaz de salir de la institución.


[V] Esa es la escena casi final, ¿no?


[PX] Sí.


[V] Este doctor al final, no sabía por qué me gustaba tanto, pero resulta que el director de la película; es Barry Levinson. ¡Y le queda genial el personaje!


[PX] Sí, a mí me encantaron las escenas de los médicos.


[V] Espera un poco que volvamos a un poco antes para ir un poco en cronológico.


[PX] Sí, me adelanté.


[V] Tenía una mala impresión por esto que hemos comentado al principio. Sin embargo, la escena de la revelación de que Raymond era Rain Man, el supuesto amigo imaginario, siempre me ataca el corazón eso. Es... conmovedor. Además es donde Tom Cruise hace el mejor papel de su carrera. Otro actor le hubiera metido demasiada emoción, pero Tom Cruise se queda sólo en la sorpresa, lo que permite que solamente llore el espectador.


[PX] Sí te saca una lagrimín. Yo cada vez que la veo digo: «Oh, qué bonito...»


[V] Después viene una trama de que el negocio de Charlie va a quebrar y se van a Las Vegas, a los casinos. Entran en un sitio que se llama el Palacio del César y bajan de la planta superior vestidos como si fueran el mismo personaje.


[PX] ¡Como gemelos!


[V] Sí.


[PX] También estuvo bonita esa escena. Y cuando llega la chica que le coquetea; así como que lo dejan a ver si liga. Ahí muestra como no puede interactuar.


[V] La parte del casino también es la más fantasiosa porque en una película los ruidos de cientos de máquinas están ecualizados para que no sean disruptivos al espectador. Pero en la vida real es un alboroto importante. Yo no podría estar ahí más de un minuto.


[PX] Sí. Y esa escena también es mala porque dices: «Ah, todos son así, todos van a adivinar, todos son exactos, genios.»


[V] Había un episodio de una serie de CSI, o de NCIS que había un misterio en un casino con un autista involucrado. Y los del doblaje se equivocaron y tradujeron «autism spectrum» como espíritu autista. Entonces parecía que un espíritu autista se había colado dentro de un jugador y le ayudaba a hacer trampas.


[PX] Estuvo de más, yo creo, esa escena.


[V] Pero es muy tierno cuando el personaje de Tom Cruise está tan contento que se pone a dar palmas.


[PX] Sí, ahí ya refleja que ya conectaron.


[V] Aquí es donde conectan, cuando bailan.


[PX] Sí, ya se están disfrutando ambos. Se rompe la tensión.


[V] La primera vez que vi la peli se me hizo violento que Susanna, la novia de Charlie, bese a Raymond. Pero si vemos la película como una historia de fantasía, Susanna no está abusando del hermano de su novio, sino que está enamorándose de verdad; porque por fin ha conocido la faceta amable de su novio, porque Charlie y Raymond son las dos facetas del señor Babbit.


[PX] Se enamoró realmente ella de Charlie, pero también... No quiero decir compasión, pero tuvo como que la empatía de que Raymond nunca iba a conocer el amor, nunca iba a besar una mujer, nunca iba a tocar una mujer. Entonces ella le da como un privilegio de besarlo. Siente qué es besar a una mujer.


[V] Ya bueno, esa es la filosofía de la época de la película.


[PX] O sea, yo creo que Charlie entendió eso cuando le dice: «¿Qué? ¿Te besó Susanna?» Y él: «Sí, me besó Susanna.» Entonces no creo que lo haya tomado mal Charlie.


[V] Claro, van vestidos igual.


[PX] ¡Eran gemelos!


[V] «¡Es que me equivoqué!»


[PX] «Es que se equivocó Susanna y me besó.»


[V] Un inciso relacionado con Steven Spielberg. Una de las comidas rutinarias de Raymond son las bolitas de queso. Y el año pasado, Steven Spielberg dirigió la película «Los Fabelman», donde el cineasta David Lynch interpreta al mítico John Ford, y una de las condiciones que puso Lynch para aceptar fue que en su camerino siempre debía haber por lo menos una bolsa de Cheetos; que si no se la acababa se la podía llevar a casa. Me parece una conexión muy interesante que una de las comidas seguras de Raymond sea lo que pide David Lynch. «¡Vale, actúo en tu película pero quiero Cheetos todos los días!»


[PX] «¡Quiero mis bolitas!»

Sí, también me gustó mucho cómo manejaron lo de las comidas, de que tiene que ser la comida que él quería. Es bueno que sepan, porque a veces dicen: «¡Ay, siempre comes lo mismo!» Y no entienden por qué siempre lo mismo, lo mismo, lo mismo...


[V] Lo mucho que me gustan ciertas manzanas, lo poco que me gustan otras...


[PX] Y que tiene que ser de cierta textura, cierto lugar...


[V] Estamos acabando.

Los últimos 20 minutos, cuando ya se han arreglado todas las demás tramas, son lo menos aventureros. Pero es que la historia necesita cerrarse. Y tampoco se hace largo. ¿Te imaginas que hicieran Rain Man hoy en día, que todas las películas duran dos horas?


[PX] Unas tres horas, yo creo. Sí la vería.


[V] Tom Cruise corriendo media hora...


[PX] «¡¡Raymooond!!»


[V] Y Raymond va conduciendo un coche por delante: «Soy un excelente conductor.» Y Tom Cruise por detrás corriendo.


[PX] Deteniendo el auto.


[V] Una película muy bonita donde te pueden colar un montón de mentiras. Entre otras, la de esta manía que tienen las películas de estos temas, del contacto ocular. Toda la película Dustin Hoffman está sin mirarle a los ojos a nadie, y al final del todo, como ya han tenido una conexión ya Raymond sí mira a los ojos. No me quejaré porque yo lo hago con las personas de confianza, pero se puede entender mal.


[PX] Yo también, no miro fijamente hasta que no se haya creado alguna conexión.


[V] ¿No te pasa que hay algunas personas que cuando te miran a los ojos se siente más intenso todavía?


[PX] En mi caso, me intimidan, me siento agredida. Igual, cuando no me caen bien no puedo. Me cae mal, me siento hasta mal verla. Casi siempre evito la mirada.


[V] Me pasa parecido. Ha sido un placer esta charla.

¿Recomendamos la película?


[PX] Sí; sí, pero...


[PX] ¡Genial!


[PX] Sí, pero... ¡Sí, sí se recomienda! Está muy bonita.


[V] Perfecto. Nos escuchamos en otra ocasión.


[PX] Vale.



 

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