Star Trek: Prodigy (T1) - Reseña sin spoilers

Reseña sin spoilers de la temporada 1 de "Star Trek: Prodigy" (2021-22).

TEXTO ORIGINAL

No tenía prisa en empezar esto, pero me agradó.

La franquicia Star Trek lleva unos años dividiéndose en ramas para abarcar todas las audiencias. Si sufres depresión y quieres que te comprendan y te validen, tienes Discovery. Si sufres manía y quieres que te bajen el ánimo, tienes Picard. Si te gustó The Orville, tienes Lower Decks. Y si quieres ver Star Trek, tienes Strange New Worlds. Con Prodigy han apostado por el público infantil.

No es por esto que tardé casi un año en empezar su visionado. A mí me da igual cuál sea el público objetivo; a veces veo tokusatsu y a veces veo Sailor Moon. Una de las razones principales por las que no corrí a ver esta nueva serie es porque en líneas generales no me suele gustar la animación 3D. Y además, porque no me atraían los diseños. Antes de empezar la serie, yo pensaba: «Ese protagonista tiene una cola en la nuca. Qué incómodo, ¿no se la pillará cuando duerme? Y esa chica de los tentáculos-rastas tiene la nariz colorada, ¿es que quieren que la dibujen en deviantart o es un filtro para el insta? Y esa... cosa flácida, ¿está riéndose o le han hecho un agujero?» ¡En serio, de haber sido niño, me habrían dado pánico!

Además, todos los blogs compartían imágenes donde todas las caras estaban demasiado cerca. Este punto concreto se explica porque Prodigy tiene una proporción de aspecto de 2.35:1. Entonces para que los objetos se vean bien en una pantalla que no sea de sala cinematográfica, tienen que estar cerca. Y a su vez los blogueros vuelven a recortar la imagen porque sus entradas tienen portadas de proporción 16:9. ¡Así que nos comemos unos planos detalle de las narices de los monstruos que ríete de Godzilla!

Los ojos también tienen mucha importancia. Si te da angustia la película Angustia, de Bigas Luna, a lo mejor te conviene ver Prodigy en una pantalla pequeña. La sintonía de entrada está llena de ojos. Nos presentan al villano y a su hija a través de sus ojos. El fugitivo Zero técnicamente parece un ojo mecánico con patitas. Y por si fuera poco, pertenece al pueblo medusiano. El pueblo medusiano fue presentado en la serie original. El capitán Kirk decía que eran las mentes más sublimes, pero que eran tan, tan feos, que si los veías con tus propios ojos, enloquecías.

Los seres humanos necesitan un filtro para ver a los seres medusianos tal como son. Por su parte, como no depende de los seres medusianos quién accede a ponerse el filtro y quién no, suelen viajar dentro de cofres y robotines. Esta circunstancia ha sido recontextualizada para hablar de las personas de género no binario. Zero no es él, ni ella; Zero es elle. Y normalmente suele vivir dentro de un armario porque si no, la gente se vuelve loca.

A mí me gustan las historias de monstruos, robots y fuegos fatuos. No tengo problema en identificarme con babosas del espacio exterior. Pero creo que presentar al único «elle» de la serie como una nubecita es equiparar género con sexo. Lo cual hace que el mensaje se quede en la superficie. Dicho esto, prefiero esta alegoría típica de fábula infantil antes que lo que hicieron en Discovery con Adira.

La animación está increíblemente detallada. Muestra con nitidez todas las cosas que Discovery o Picard tienden a desenfocar para darse aires de estéticos. Sumado esto a su proporción de aspecto cinemascopesco, a veces crea un efecto similar al del antiguo Cinerama. En ocasiones los diseños me provocan una sensación desasosegante de uncanny valley. Creo que este rechazo estético mío se debe a una paradoja. Y es que, al emitirse Prodigy en un canal infantil, no pueden mostrar las razas espaciales más distintas a los humanos. O sea, las más monstruosas. Pero como esto es animación, sería un desperdicio poner nada más humanos con bultos de látex en la cara. Así que fuerzan los límites de los rasgos más humanos para mostrarte aquello que Star Trek nunca te pudo enseñar. Y en mi opinión, este término medio supone meterse de cabeza al valle inquietante. Por eso los modelos de Prodigy me dan más yuyu que los parásitos de Conspiracy.

Valles inquietantes aparte, todos los diseños funcionan cuando los ves en movimiento. Aunque hubiera agradecido más originalidad; a veces me recuerdan a otras franquicias.

Hay un malo que tiene ojos de Terminator y el cuerpo de un EVA de Shin Seiki Evangelion. Terminator Evangelion, lo llamo yo.

Por no hablar del prota, que tiene una camiseta sin mangas, mangas más oscuras por debajo, una insignia en el corazón, una cola que le sale de un extremo de la columna, pelos en pincho... En vez de llamarse Dal, se podría llamar Dragonbal.

Pero en fin, prefiero estos homenajes a cosas como los Jinetes Negros de El Señor de los Anillos a cuando reciclan diálogos de personajes de hace décadas y se nota la diferencia de nitidez en la textura de las voces. ¡Señores, esto ya lo hizo Star Wars y le quedó fatal!

Prodigy fue llamada «el Star Trek para los niños». No estoy de acuerdo. Creo que es la serie trek actual más madura y equilibrada. Lo que pasa es que cuando Alex Kurtzman inició Discovery y Picard, las intentó dirigir a un público más cínico. No más adulto; más cínico. Si Lower Decks se libró un poco de esa mala onda fue porque Mike McMahan sí aprecia y respeta el asombro genuino por todas las facetas de la ciencia-ficción.

El inicio de Prodigy, resumido en pocas palabras, trataría de unos jóvenes esclavizados que huyen en una nave llena de secretos. El villano los persigue porque desea la nave, pero por suerte estos jóvenes cuentan con una maestra que los ayuda.

Dicho así, parece la serie más simplona de la franquicia. Pero creo que trata unos temas filosóficos bastante necesarios. Es una estupenda heredera de Star Trek: Voyager; no en vano la tutora es un holograma de la capitán Janeway.

La Holograma Janeway es el tutorial de navegación, el maestro de ceremonias, incluso sería el doctor si hubiera escenas de heridos. Ella aporta estabilidad al grupo. Es el hada madrina que permite que el sueño de convertirse en cadetes de la Flota Estelar se haga realidad paso a paso. Y sobre todo, cumple una función muy importante: gracias a que es un programa informático, es la única figura de autoridad en quien los niños pueden confiar. Estos niños han sido traicionados por todos los adultos que han conocido. ¡Están muy contentos con la tía Kathy, la del café!

Tema aparte es por qué se ve tan juvenil, pero eso ya lo hablaremos en comentarios.

Los propósitos del villano están entroncados en la mismísima esencia de la franquicia. Aunque a primera vista parezca un mero reflejo de la situación política de EEUU, el Adivino es un antagonista con el que incluso podrías identificarte en otras circunstancias. Es un villano multifacético, en cada punto de la historia sirve casi como un arquetipo distinto. Si sacaran un juego de cartas de Prodigy, el Adivino tendría su propio palo.

Por cierto, si alguien quiere encargarme que diseñe una baraja de esta serie o de cualquier película, que me contacte; es uno de mis nuevos intereses. Hago la plantilla y la imprimes donde quieras.

Los guiones exhiben un radiante amor por la variedad. Por ejemplo:

Yankom Pog es un tellarita muy bajito con una mano prostética. Eso no quita que sea un gran ingeniero.

Rok es una chica que pesa mucho y tarda en aprender. Además, posiblemente sea trans, ya que al principio su voz suena a monstruo y luego el traductor le adjudica voz de niña kawaii. Los traductores de la flota saben estas cosas.

Murf es no hablante, tiene hipermovilidad en sus miembros, y al principio se hace sus necesidades en cualquier lado. ¡Pero tú déjalo que tome confianza y verás!

Dal... me cae un poco mal. No, es broma; es buen protagonista para un programa infantil. Es sólo que es un adolescente muy adolescente. Si no llega a ser molesto es porque su actitud proactiva es lo que obra el milagro de que vuelen por el espacio.

Toda la tripulación es genial. Cada miembro está en su puesto, y cuando no están en su puesto es porque hay una historia que contar sobre ello.

Diría que, de todas las series trek modernas, Prodigy es la que mejor ha sabido reinventar los planteamientos humanistas de la saga a la hora de plasmar ciertos asuntos de la sociedad actual sin sonar a melodrama moralizante.

¿Nunca han visto una de esas piezas de teatro "inspirador" escritas por el reparto? Aquí no van a ver esa basura. Aquí las cosas se comentan de forma natural.

[Zero] Oye, que mi pronombre es elle.

[Dal] ¡Vale!

[Rok] Oye, que prefiero trabajar de otra cosa.

[Dal] ¡Sírvete!

[Gwyn] Oye, que mi padre es un manipulador.

[Dal] ¡Si ya lo sé!

Cada episodio es una historia con su principio y fin; y a la vez, cada historia sirve a una trama horizontal que hila los 20 episodios. De nuevo, hemos recuperado la mejor virtud de Deep Space Nine.

Mi episodio favorito es el 13. No sólo es un tributo muy ingenioso a la serie original, sino que además supone una secuela a su mítico episodio de "Obsesión". Si siempre te preguntaste: «¿Dónde está Garrovick? ¿Dónde está Garrovick?» ¡Pues ya se sabe!

Y para que veas que este show va en serio, Prodigy consigue además que te preguntes: «¿Dónde está Chakotay? ¿Dónde está Chakotay?» ¡Y eso es algo que Voyager no consiguió en 7 temporadas!

Por último, si tuviera que criticar algo, sería la irregularidad de su emisión. Hace un año empezaron dando 5 episodios de nada y un hiato de dos meses. «Bueno, todavía no me he enganchado, ya lo veré», me dije.

Luego, episodios del 6 al 10, y lo siguen llamando temporada 1. Y otro hiato; ahora, de 9 meses.

Luego, episodios del 11 al 20. ¡Y lo siguen llamando temporada 1!

¡Pero es que calla!, que como yo vivo en España, dentro de estas tandas me han llegado subtandas. ¡Y dentro de las subtandas, microhiatos! Claro, esto a veces me ha venido bien, porque pude ver el episodio 17 un mes antes que en EEUU. ¡Pero luego tuve que esperar desde noviembre hasta Nochevieja! ¡Si sólo les quedaban 3 episodios! ¿Qué les costaba dejarme acabar? Imagínate, todos los adultos en el salón, y yo encerrado en la oscuridad viendo mis dibujitos de la Janeway.

¡Que hagan unos dibujos de Sisko! ¡Así al menos sabré que el hiato va a durar para siempre!