Memorias de Idhún (2020) - Reseña sin spoilers de la temporada 1


 

TEXTO ÍNTEGRO

El estreno de la serie de animación española «Memorias de Idhún» me vino de sorpresa. Me dio ilusión poder ser testigo de la realización de este sueño.

Entre los años 2007 y 2009, al poco de salir la última novela, me puse a leer toda la saga con mucho interés. Como aventura, lo tiene todo. Llegué a colaborar con una chica de Madrid que quería producir una adaptación en acción real para internet. Sería una cosa modesta, presupuesto cero, de fans para fans; y abarcaría lo mismo que ha abarcado este anime de 2020.

Estuve trabajando en unos guiones y estudiando el valor de cada escena. Di con soluciones de producción para la mayoría de los desafíos fantasiosos que ofrece el texto. El principal escollo fue Limbhad. Limbhad era la guarida de los buenos, la mayoría de las escenas pasaban ahí. Pero nadie tenía una casa lo suficientemente exótica, ni el permiso de sus padres para andar cambiando los muebles todas las semanas.

La cosa no cuajó. Pero aprendí muchísimo y conocí a gente muy interesante. Si volviera a repetir mi vida, lo volvería a intentar. A día de hoy ya no, porque ya existe el anime, pero «Memorias de Idhún» sí merece tener sus 6 largometrajes.


Antes de entrar a comentar esta temporada de 5 episodios, quiero hablar un momento de la adaptación oficial en cómic.

«Memorias de Idhún» se ha mantenido viva entre la afición porque llevan desde 2009 sacando un cómic cada medio año. Estos cómics no están mal hechos. La serie les debe mucho. Sin embargo, aparte de como estrategia publicitaria para que se sigan vendiendo las novelas originales, nunca les he visto la gracia. Creo que, en esencia, erraron el tiro en un punto crucial.

Una historia tan japonófila como «Memorias de Idhún» no necesitaba un cómic europeo con un par de ojitos Candy Candy para disimular. Necesitaba desde el principio un manga, con todo lo que ello comporta. Por el precio de una entrega en color del cómic actual, bien podrían sacar tomos tamaño bolsillo de 200 páginas en blanco y negro. Un cómic concebido desde su inicio para entintarse en monocromo siempre será mejor que uno que depende de la labor de coloristas para parecer atractivo.

Igualmente, muchas gracias por habernos recordado cada cierto tiempo que existe Idhún.


Comenzamos con la serie.

Toda la animación es estupenda. Para ser prácticamente el primer anime español, se defiende muy bien. La gente que ha criticado la poca expresividad de los personajes es porque no sabe que la mayoría de los animes japoneses son así o peor; o porque se dejaron llevar demasiado por el oído. La mitad del reparto de voces es horrible, pero no hablaré de ello hasta el final. Quiero dedicarle a un par de escenas el tiempo de análisis que merecen.


En un primer momento, me pareció extraña la decisión de que antes de llegar Jack a su casa mostrasen unos planos de su perro.

Creo recordar que en la novela al perro ni se le veía. Eso hacía crecer el ambiente de opresión. Jack había vuelto a casa con un mal presentimiento. La ausencia de Joker podía interpretarse como un signo ambiguo. A lo mejor estaba muerto... o a lo mejor estaba disfrutando de un paseo por los bosques de Silkeborg, Dinamarca. Esa ausencia aumentaba la incertidumbre del protagonista sin restarle fuerza al descubrimiento de la muerte de sus padres.

En la serie, se ha jugado a la inversa. Esto no es un libro, aquí no puedes imaginarte dos cadáveres al gusto de tu sensibilidad. Te tienen que mostrar dos muertos. Y en eso, aunque sean dibujados, siempre hay cierta violencia. Así pues, para que un niño que vea la serie y no sepa nada de lo que va a pasar no se traumatice con los cadáveres de los padres de Jack, primero tienen que abandonar toda sutileza con el perro. Eso justificaría el inciso de Joker, así como las siluetas de Elrion y Kirtash.


Yo soy de los que dicen Kirtash con acento en la I.

Laura Gallego suele explicar que ella siempre quiso que Kirtash se pronunciase Kirtásh, con acento en la Ash. Si tienes internet y lo descubres en los foros, genial. Pero en las novelas, que es lo que cuenta, no te dicen en ningún lado cómo se pronuncia. Queda a discreción del lector. Y teniendo en cuenta que Idhún siempre apareció con tilde aguda, yo lo leí como Kírtash. ¡Así me parece un nombre mucho más de asesino!

¡Kírtash! Kírtash, the Killer! KILL, KIRTASH, KILL!

No como Kirtásh, que suena a esos nombres que se inventan ciertos padres para que su bebé no tenga nombre de plebe.

«Hola, me llamo Kirtásh. Mi papá se llama Christian y mi mamá se llama Ishtar.»

Pero en fin, la serie no tiene la culpa. En el doblaje original dicen Kirtásh porque la autora trabajó con el equipo y no era cuestión de contrariarla. Pero dejando aparte el medio audiovisual, opino que como Laura Gallego no aclaró ese detalle en los libros, sólo puede opinar sobre el asunto cuando publique una novela nueva donde dé una explicación canónica.


Y perdón por el sermón, pero no quiero que luego me corrijan en los comentarios. Mi opción también es válida. ¡Y más, sabiendo que en el doblaje en inglés lo pronuncian como yo!


Otra escena reseñable donde hay otro cambio es la del accidente de Victoria. El anime lo adapta al inicio del episodio segundo.

En la novela, las compañeras de clase de Victoria se despedían de ella a la salida de la escuela. Victoria caminaba hacia la estación de Metro ensimismada, pensando en la marginación que vivía por sus poderes mágicos, cuando un coche estaba a punto de atropellarla en plena Gran Vía de Madrid. Ella usaba un escudo mágico para salvarse y Kirtash captaba su posición. Entonces se sucedía la persecución en el laberinto del Metro.

En la serie, las compañeras la acompañan hasta el Metro; supongo que porque la última vez casi la atropellaron. Es una forma de ahorrarse tener que dibujar el accidente en la Gran Vía. Es mucho trabajo dibujar cada coche avanzando a un ritmo distinto, con cientos de personas caminando de fondo, y sobre todo haciendo planos panorámicos aéreos. Les comprendo, es mucho mejor dibujar un tren, que es nada más una caja con adornos.

No obstante, en la novela, Victoria podía esconderse de Kirtash en el Metro porque nadie del Metro había visto el accidente.

En la serie, el impacto del tren contra su escudo mágico no provoca una mera visita al taller, chapa y pintura.

Ha deformado un tren.

Decenas de pasajeros que iban sin cinturón de seguridad habrán sido impulsados por la inercia contra la cabina.

Los cristales han salido disparados con una fuerza explosiva; puede que haya gente con lesiones en los globos oculares.

Y por si fuera poco, la vía va a estar bloqueada por el tren deformado hasta quizá el día siguiente, provocando una serie de retrasos y reclamaciones que Metro de Madrid tendrá que pagar.

No sé si el tipo cubierto de sangre era el conductor, pero no me creo que la dejen irse. ¡Está todo grabado con cámaras de vigilancia!

Puedo creerme que Victoria logre despistar a Kirtash, pero no me creo que el episodio no termine con Victoria detenida, con demandas judiciales o internada en un centro de investigaciones secretas para estudiar sus poderes.

Dudo mucho que Netflix quiera hacer una segunda temporada, o no habrían puesto a tantos actores malos. Pero por lo que a mí respecta, este anime es una precuela de «Stranger Things». Se llevaron a Victoria y le cortaron el pelo.


Errores de lógica aparte, mi capítulo favorito es el 2. El tempo narrativo no se siente apresurado. Hay sitio para los sentimientos. Los temas tienen mayor coherencia entre sí. No es como los siguientes episodios, donde un evento te lleva a otro hasta que se acaben los 25 minutos.


Acabo de recordar otra cosa que quise hacer en nuestra producción amateur de hace diez años.

Después de la batalla mágica en China, Shail vuelve herido a Limbhad. Jack quiere ayudar, pero le dicen que no puede hacer nada. La serie le hace caso un par de segundos y luego pasa de él. La cámara se va a ver cómo Victoria cura a Shail; ahí es donde está la acción.

Pero en mi guion, yo resolví toda la secuencia fuera de plano. Seré sincero: la primera razón para ello fue ahorrarnos el maquillaje de la herida, el maquillaje de los celestes y la lucha en un escenario asiático. Según mi idea, bastaría con poner a Jack en primer término, y al fondo, una puerta abierta, por donde se oiría a Shail, Alsan y Victoria hablando de lo que había pasado y haciendo magia cara de producir.


VIC: ¡Shail, aguanta! ¡Te curaré!

SHAIL: ¡Gracias, Vic! ¡Ya siento cómo tus poderes me curan esta herida tan fea de mirar! ¡Tu magia es tan útil!

VIC: ¡Oh, Shail, tú también eres muy útil para el grupo!

ALSAN: ¿Y yo qué, chicos?

SHAIL: ¡Alsan, tú eres el más útil de todos!

ALSAN: ¡Bueno, no exageremos! ¡Los tres somos útiles!

SHAIL: ¿Los tres? ¿No te dejas a alguien?

ALSAN: Shail, el gato no cuenta.


En aquel entonces se me ocurrió que Jack se echase en su cama mientras escuchaba todo quieto, para expresar su sentimiento de inutilidad. Pero ahora me doy cuenta de que era aburrido.

En su lugar, era mejor que Jack estuviera entrenando para expresar su sentimiento de impotencia. Daría estocadas al aire con furia mientras el momento de conexión humana está sucediendo más allá de la puerta.

Entre una escena de efectos visuales y una escena de caracterización dramática, me quedo con la que me transmita subtexto.

Esta temporada no conserva los subtextos. Es un resumen superficial de las partes que cabían en poco más de dos horas.


He visto la temporada en inglés porque la mitad del reparto original es de echarse las manos a la cabeza. Exceptuando a Victoria y los secundarios, todos los personajes principales están interpretados por chicos de series de moda que nunca han visto un anime en japonés.

Me imagino el casting:


AYUDANTE: Mire, productor, aquí tenemos a estos profesionales del doblaje. Son expertos en trabajar con su voz y la mayoría ha hecho teatro desde niños.

PRODUCTOR: Ah, muy bien, muy bien. ¿Y estos otros?

AYUDANTE: Estos otros han salido en series como «Jóvenes que se acuestan entre ellos», «Adolescentes que se lían unos con otros» y un spin-off muy interesante que se llama «Pubertos que se refocilan de forma mutua».

PRODUCTOR: ¡Ah, pues me quedo con estos, que son más guapos!


Ha pasado una década y los aficionados seguimos recordando «Memorias de Idhún». ¿En serio creen que en el 2030 alguien se acordará de estas series de moda?

Y no me digan que es para atraer al público actual. ¿Acaso alguien cree que estas series de moda están hechas para gente que lee?

Al igual que pasó con los cómics, no han pensado en «Memorias de Idhún» a largo plazo. Dudo que vayan a cambiar el reparto masculino mientras estos chicos sigan estando de moda, pero si yo estuviera en el comité de producción, les pagaría una escuela de doblaje de las buenas y redoblaría todo el año que viene.

Espero que al menos saquen pronto el doblaje latino. Mientras tanto, pondré mi esperanza en los grupos de internet de doblaje amateur. Cualquier fandub me parecerá hecho con menos prisas.

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